Un masaje facial japonés es un tratamiento específico para preparar, prevenir y recuperar la musculatura de la cara. Es recomendable para mejorar las arrugas, flacidez y tonificación facial. Difumina arrugas, da luminosidad a la piel, ayuda en la fabricación de colágeno y elastina, evita la flacidez, recupera los músculos faciales y produce un rejuvenecimiento en cara y escote.
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